3 Enero
Y por fin salió el sol. El astro rey tuvo a bien presentarse
a su primera cita del año con sus rayos
solares penetrando la capa de ozono y esparciendo sus rayos uva así como su
calorcito rico. Tiempo perfecto para el plan previsto. Recorrer el barrio de
Fabourg Marigny siguiendo un itinerio que nos llevaría por las casas mas
notables con historias atractivas detrás.
Colores y mas colores
Colores y mas colores
Mientras seguíamos el itinerario nos hemos encontrado otras
que sin que las respaldara historia conocida alguna estaban revestidas de
colores brillantes. Parece ser que el estilo creol de pintar con colores
fuertes y brillantes, se había ido perdiendo con el tiempo hasta que con el
Katrina, a parte de destrucción , parece que trajo otra forma de ver la vida y
con ello las ganas de volver a los colores oríginales.
Fabourg en francés significa suburbio, afueras. El
barrio lleva el nombre geográfico que lo situaba en la antigüedad y el del
dueño de la plantación (Marigny) sobre la que una vendida se subdividió en
predios y permitió la construcción de un ensanche de la ciudad. El tal Marigny
fue un Bon Vivant, guapo, muy educado y de muy buenas maneras, generoso,
arrogante, crápula y jugador. Descendía de la nobleza francesa siendo su abuelo
el primer comendante de las tropas estacionadas en la nueva colonia de N. O.
Cuando su padre murió, le dejo en herencia la tontería de 7,000,000 de dólares que
para la época era una vasta fortuna.
Una buena forma de utilizar las joyas de la familia, usarlas para los números de la calle
A la puerta de casa ha puesto un intercambio de libros, llévate uno y deja uno
A lo largo de su vida se fundió en el juego y mujeres todo
menos 20,000 que se sabe le quedaban al morir a los 82 años después de una caída
por las calles heladas de aquel invierno de 1868.
Tambien vimos la casa en que Tennessee Williams hace
discurrir en la ficción a Stella y
Stanly Kowalsky en la obra “Un tranvía llamado deseo”, el 632 de Elysian
Fields. La obra transcurre en los 40´s en este barrio ya que era una barriada
de clase trabajadora. Hoy en día habría sido imposible.
Nos hemos ido a celebrar la comida a Drago´s, restaurante
junto el río con la especialidad de las ostras, tanto crudas como al carbón.
Esta última lleva un rociado de queso parmesano que le resta sabor al ostión
que ya de entra tiene poco sabor aquí en el Golfo de México. Nada que ver con
los que comimos en el Pacífico durante nuestra estancia en Punta Monterrey.
Como 12 ostras por persona no llenan nos hemos pedido la especialidad de la
casa Mamma´s seafood Gumbo. Ahora si que acertamos con el restaurante, que
maravilla de arroz caldoso espeso y que admite de todo. Tanto carnes como
mariscos. He salido muy contento con el plato de gumbo y escandalizado que nos
cobraran 7,25 usd mas imp. por cerveza. Ya habíamos pagado esos precios pero en
clubes con grupo músical, nunca en un restaurante.
Para bajar la comida hemos recorrido
el Louisiana City Park, parque al norte de la ciudad con multitud de viejos
robles con líquenes colgando, lagos y una cafetería abierta 24 horas que sirven
los Beignets, diminitivo de beigne o sea buñuelo.
Copio la historia de la Wikipedia: La tradición de los beignets se remonta a las fiestas romanas de las calendas de marzo,1 que celebraban el despertar de la naturaleza por los ritos agrarios. Con este motivo, se infringían las prohibiciones y se autorizaban los disfraces.
Antes del período de ayuno de cuarenta días, era costumbre celebrar la fiesta y comer graso. De ahí viene el Mardi Gras (‘martes graso’), que precede a la Cuaresma y que corresponde al Martes de Carnaval español.
Como la fiesta reunía un gran número de personas, era necesario hacer dulces baratos y de preparación rápida. Se trataba también de agotar las reservas de mantequilla, aceite, huevos y demás antes de los cuarenta días de ayuno. De ahí la tradición de los beignets y también de los gofres y crepes.
Este vecino harto que sus vecinos tuvieran una placa en la puerta con datos históricos, el ........
En este lugar en 1897 no pasó nada.
Abriéndose paso por la jungla de asfalto
Muy tecnológicos, mucho Silicon Valley pero el asunto de los cablees aéreos todavía no lo solventan
Las casas mas pequeñas pertenecían a las queridas de los ricachones. Solían ser mulatas o negras.
Nuestra casa en Law St, barrio de Seventh Ward